DIOS ES EL ALFARERO E ISRAEL ES EL BARRO.
OTRA APLICACIÓN QUE PODEMOS HACER ES QUE DIOS ES EL ALFARERO Y LA IGLESIA ES EL BARRO.
JEREMÍAS
18:2 LEVÁNTATE Y VETE A CASA DEL ALFARERO, Y ALLÍ TE HARÉ OÍR MIS
PALABRAS.
JEREMÍAS 18:3 Y
DESCENDÍ A CASA DEL ALFARERO, Y HE AQUÍ QUE ÉL TRABAJABA SOBRE LA RUEDA.
JEREMÍAS 18:6 ¿NO
PODRÉ YO HACER DE VOSOTROS COMO ESTE ALFARERO, OH CASA DE ISRAEL? DICE
JEHOVÁ. HE AQUÍ QUE COMO EL BARRO EN LA MANO DEL ALFARERO, ASÍ SOIS
VOSOTROS EN MI MANO, OH CASA DE ISRAEL.
DIOS ES EL ALFARERO E ISRAEL ES EL BARRO EN SUS MANOS Y EL LO PUEDE HACER A SU MANERA.
HE AQUÍ QUE COMO EL BARRO EN LA MANO DEL ALFARERO, ASÍ SOIS VOSOTROS EN MI MANO, OH CASA DE ISRAEL.
LA VASIJA DE BARRO QUE
ÉL HACIA SE ECHÓ A PERDER EN SU MANO CUANDO EL PUEBLO DE ISRAEL APOSTATÓ Y
PRACTICABA LA IDOLATRÍA.
DIOS PODÍA HACER DE ESE
MISMO BARRO OTRA VASIJA, ENTREGÁNDOLOS A HAMBRE, DISPERSÁNDOLOS ENTRE SUS
ENEMIGOS (JER. 18:21).
ENTONCES, DESPUÉS DE SUFRIR EL CAUTIVERIO Y DESPUÉS DE
RENUNCIAR A LOS ÍDOLOS, DIOS LES PERDONARÍA Y SERÍAN RESTAURADOS A SU TIERRA.