Los ángeles
con las siete postreras plagas.
El apóstol Juan vio en el cielo otra señal grande y admirable.
7 ángeles.
Tenían las 7 plagas postreras.
En ellas se consuma la ira de Dios.
1 Vi en el
cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas
postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios.
Vio un mar de vidrio mezclado con fuego.
Vio a los que vencieron a la bestia y a su imagen y el numero de su nombre.
Estaban de pie sobre el mar de vidrio con las arpas de Dios.
2 Vi
también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado
la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre,
en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
Cantan:
El cántico de Moisés.
El cántico del Cordero.
3 Y
cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero,
diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos
y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
Solo Dios es Santo.
Todas las naciones vendrán y te adoraran.
Los juicios de Dios se han manifestado.
4 ¿Quién
no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo;
por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios
se han manifestado.
Fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo de testimonio.
El tabernáculo de Dios estuvo en esta tierra en el desierto con el pueblo de Israel.
HECHOS 7.44 Tuvieron
nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había
ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había
visto.
5 Después
de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del
tabernáculo del testimonio;
Del templo salieron los 7 ángeles que tenían las 7 plagas.
Vestidos de lino limpio y resplandeciente.
Ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
6 y del
templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino
limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
Uno de los 4 seres vivientes dio a los 7 ángeles, 7 copas de oro, llenas de la ira de Dios.
7 Y uno
de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro,
llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
El templo se lleno de humo por la Gloria de Dios y por su poder.
Nadie puede entrar hasta que se cumplan las 7 plagas de los 7 ángeles.
8 Y el
templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie
podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de
los siete ángeles.
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