El primer
templo en la historia de la humanidad se construyó por órdenes e instrucciones
directas de Dios dadas a Moisés en el desierto, después de que el pueblo Judío
fuera dejado en libertad por el Faraón de Egipto. Este era llamado el
Tabernáculo, y era un templo portátil (Éxodo 25-27; 35-38).
El segundo
templo fue construido por Salomón (940 a.C.) (1-Reyes 6:36-37), en el lado
oriental de la ciudad antigua de Jerusalén en el sitio conocido como “La cúpula
de la Roca” que en la actualidad está ocupada por los musulmanes. El templo de
Salomón fue destruido por Nabucodonosor en el año 537 a.C.
El tercer
templo (Año 537 a.C. hasta 63 a.C.). Comenzó su construcción bajo el reinado de
Ciro. Según Esdras 3:8-12 este era inferior al templo de Salomón. Su ubicación
en las ruinas del antiguo templo de Jerusalén al lado de la mampostería de
piedra de Herodes.
El cuarto
templo (Año 19 a.C. hasta 70 d.C.) Edificado bajo el gobierno de Herodes y
destruido por el ejército romano en el año 70 d.C.
El quinto
templo será el que se construya por el pueblo Judío con ayuda del Anticristo a
comienzos de la Tribulación en rechazo a Cristo y será destruido al final de la
Tribulación (Ap.11:1-2; Dn.9:27; 11:31; 12:11; Mt.24:15).
El sexto
templo es el templo donde habita Dios en la actualidad y está ubicado en el
tercer cielo (Hechos 7:48-49, 2-Cor.12:2). La mejor descripción de este templo
la encontramos en Apocalipsis 15:5-8, 17.
El séptimo
Templo. En el reinado de los mil años de Cristo y en la Nueva Jerusalén, no
habrá necesidad de un templo físico para adorar a Dios, ya que el Templo
Celestial son todos los redimidos de la Iglesia triunfante, Cristo y el Dios
mismo (Apocalipsis 3:12; 11:19; 14:17; 21:3; 21:22).
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