83 Oh
Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
2 Porque
he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.
3 Contra
tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
4 Han
dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
5 Porque
se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza
6 Las
tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;
7 Gebal,
Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.
8 También
el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah
9 Hazles
como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;
10 Que
perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.
11 Pon
a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
12 Que
han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.
13 Dios
mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,
14 Como
fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.
15 Persíguelos
así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.
16 Llena
sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.
17 Sean
afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.
18 Y
conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
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